Polonia prevé aumentar el gasto en I+D un 2% del Producto Interior Bruto (PIB) para el año 2023. De esta forma se espera que “la economía del país sea más innovadora”, tal y como ha subrayado la ministra de Infraestructura y Desarrollo, Elżbieta Bieńkowska. Así, el Gobierno desea que “el potencial científico sea la ventaja competitiva del país”. Cabe señalar que, en el transcurso de 2012, el gasto nacional en I+D se situó en el 0,9% del PIB.En diciembre de 2013, la consultora KPMG apuntó que el gasto en I+D en Polonia puede llegar a los 35.600 millones de zloty (8.600 millones de euros, aproximadamente) o al 1,6% del PIB en 2020.
En fechas recientes, el Ejecutivo polaco ha aprobado un plan de digitalización en el ámbito de la Tecnología de la Información y la industria de las telecomunicaciones para el periodo 2014-2020, iniciativa que parte con el objetivo impulsar el acceso a Internet de banda ancha y ampliar los servicios online.
En líneas generales, el programa ‘Polonia Digital’ persigue la provisión de un mejor acceso a Internet de banda ancha, el desarrollo de la Administración electrónica y la promoción de la inclusión digital –fomentando el uso de las redes por parte de los grupos excluidos-.
El primer eje de dicha iniciativa plantea la reducción de las diferencias entre las regiones nacionales en el acceso a Internet y el impulso al desarrollo de una infraestructura moderna para zonas consideradas “económicamente poco atractivas” (áreas rurales y poco pobladas).
El programa asume que todos los polacos tendrán acceso a Internet de, al menos, 30 Mbp/s en 2020. Actualmente, tan sólo el 4% de las conexiones a la Red en Polonia ofrecen esta velocidad.
En una segunda etapa, el Gobierno quiere facilitar el acceso a los servicios electrónicos relacionados con la Administración Pública, el mercado de trabajo, la sanidad, la justicia y la gestión tributaria.
El tercer eje, financiado con 135 millones de euros, pretende mejorar las competencias digitales de la sociedad polaca, introduciendo, a la vez, medidas contra la exclusión digital de las personas mayores.
Fuente: Warsaw Business Journal